lunes, 21 de febrero de 2022

GALVE DE SORBE (Guadalajara)

 GALVE DE SORBE

Galve de Sorbe es un municipio de España, en la provincia de Guadalajara, comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Tiene una superficie de 49,36 km² con una población de 107 habitantes (INE, 2018).




UNA HISTORIA DE GALVE DE SORBE

 GALVE DE SORBE, DE SEÑORÍO A CONDADO
Señorío de Íñigo López de Orozco, terminó en el ducado de la Casa de Alba

 

   Es considerado don Iñigo López de Orozco, muerto a manos del rey Pedro I el Cruel tras la batalla de Nájera, el primer señor de Galve de Sorbe.

   Don Iñigo López de Orozco recibió aquella tierra en pago de sus servicios al rey Pedro, antes de que el rey se enemistase con él. Aquello sucedió el 28 de octubre de 1354. 


 

   Como Señor de Galve, Escamilla, Pinto, Torija, Santa Olalla, Miedes, Robredarcas y Tamajón, entre otros títulos, se le cita en numerosas publicaciones.

   Don Iñigo López de Orozco contrajo matrimonio, en primeras nupcias, con Teresa González de Mesa, de la que no hubo descendencia; y en segundas con doña Marina de Meneses, de la que le nacerían, al menos, cinco hijas, María, Mencía, Teresa, Juana primera, y Juana segunda. En aquellos remotos tiempos no resultaba extraño dar el mismo nombre a varios descendientes, de esa manera si alguno de ellos no alcanzaba la edad adulta, otro podría pasar a la historia.

   Siendo doña Mencía quien una vez hecho el reparto de bienes de su padre trató de vender el lugar con sus términos a algún familiar con la intención de que permaneciesen en el apellido, adquiriéndolo mancomunadamente don Diego Hurtado de Mendoza, hijo de Pedro González de Mendoza, conocido como “el de Aljubarrota”, y Diego López de Estúñiga, entonces justicia mayor de Castilla.

 

Acuerdos de familia

   Ambos parientes firmaron el acuerdo de compra el 4 de julio de 1402, ajustando un precio de 10.000 florines, como nos cuentan los viejos documentos: “es posttura e condiçión enttre nos, los dichos almirante e Diego López, que si qualquier de nos o ottro por nos o por nuestro mandado en qualquier manera conpráremos el dicho logar, que qualquier de nos que lo conprare que sea tenudo de dar la mitad del dicho logar al ottro por el presçio e conttía que qualquier de nos o otre (sic) por nos o por qualquier de nos lo oviere”.  

 

 

   Posesión mancomunada de Galve que llegó hasta la muerte del almirante, acaecida en 1405 a los cuarenta años de edad.

   Surgirán posteriormente a la muerte de don Diego Hurtado las discusiones hereditarias, aprovechadas por Diego López de Estúñiga para hacerse por la fuerza con todo el Señorío, alegando que no recibió el precio pactado en la venta que hizo al difunto, como nos contó Francisco Layna Serrano en sus “Castillos de Guadalajara”:

   Desde el punto y hora  que el almirante fue muerto, el de Estúñiga so pretexto de que según escrituras y sentencias a su favor el fallecido le adeudaba ciertos maravedises y costas, se apoderó de la mitad de Galve heredada por su mujer e hijos sin que de nada sirvieran las protestas de la viuda.

   Falleciendo el usurpador en 1417 sin lograr legalizar la situación de la tierra, que pasó a su segundogénito, del mismo nombre, quien lograría del rey los avales necesarios para nombrarse Señor de Galve, y figurar como único titular de la tierra y su castillo.

   Leonor de la Vega, viuda de Diego Hurtado, se dirigió al rey Juan II reclamando sus derechos sobre la parte que le correspondía, la cuarta de la mitad, ya que las otras tres correspondían a los hijos del difunto, acordando con López de Estúñiga, en la década de 1420, la venta lo que la pertenecía, recibiendo la cantidad ajustada, cifrada en 50.000 maravedíes, quedando desde entonces la titularidad de Galve en Diego López de Estúñiga, a quien habían de heredar los hijos habidos de sus dos matrimonios, el primero con Elvira de Bedma y el segundo con Constanza Barba de Pedrosa.

   López de Estúñiga dejaba esta tierra en poder de su hijo Pedro de Estúñiga, habido del segundo matrimonio, contra quien pleiteó su hermanastro, Juan de Estúñiga, en quien quedaron las tierras de Monterrey, en Galicia, que pertenecieron al apellido.

   Pleito que se prolongó a través de los años continuándolo a la muerte del señor de Monterrey su hija, Teresa de Estúñiga, y por poder de ella su marido, Sancho de Ulloa, a favor de quien otorgó poder para pleitear; pleitos que ganó finalmente don Pedro que, aunque no pusieron fin a la discusión, lo hicieron figurar como Señor efectivo de estos dominios; de quien pasaron a su hijo Francisco de Estúñiga, casado con Marina de Tovar, señora de Cobeta y Torrecilla.

   Francisco de Estúñiga vendió Galve, iniciándose un nuevo pleito con su sobrina Francisca de Estúñiga Ulloa, II condesa de Monterrey e hija de Teresa, en quien finalmente acabaron las tierras de la disputa.

 

El Condado

   Doña Francisca, más centrada en las posesiones gallegas, terminó vendiendo la tierra de Galve, con la oposición de los hijos habidos de su primer matrimonio quienes al fin, dándose cuenta de que Galve quedaba muy lejos de Galicia, terminaron por aceptar los tratos de doña Francisca, aunque mucho tiempo después, vendiendo Galve y su tierra el 18 de septiembre de 1543 a doña Ana de la Cerda, por precio de 6.123.546 maravedíes según recoge Layna Serrano, que cita los pueblos que entonces  formaban el señorío de Galve de Sorbe: “el conde de Monterrey vendía a doña Ana de la Cerda la villa de Galve con su fortaleza y lugares de su tierra, Cestalviejo, Valdepinillos, Lagüerce (La Huerce), La Zarzuela (Zarzuela de Galve), Pedro Yusta, El Onmbrialejo (Umbralejo), Valverde, Majadas Viejas, Los Palancares, La Mata, Robredo…

   En 1546 doña Ana de la Cerda fundó mayorazgo a favor de su tercer hijo Baltasar de la Cerda y Mendoza, quien se convertiría en primer conde de Galve, y quien contrajo matrimonio con Jerónima de Mendoza.


 GALVE DE SORBE, SU CASTILLO Y SU TIERRA (Pulsando aquí)


   La hija de ambos, Ana de la Cerda y Mendoza, quien contrajo matrimonio con Juan Francisco Cristóbal de Hijar, conde de Belchite y duque de Hijar, se convirtió en la segunda condesa, a la que sucedió como tercer conde de Galve su hijo Martín, muerto sin sucesión en 1607, por lo que fue cuarta condesa su hermana Jerónima, muerta también sin sucesión en 1609, extinguiéndose en ella la línea directa de los condes de Galve. Pasando a los duques de Pastrana, como descendientes de D. Diego Hurtado de Mendoza, Conde de Mélito, y de la Condesa doña Ana de la Cerda, su mujer.

   Llegó, en el siglo XX, Cayetana de Alba, quizá la más mediática de las duquesas de la casa, tras llegar a ella a través de Manuel María José de Silva y Mendoza, 10º Conde de Galve, quien contrajo matrimonio el 8 de diciembre de 1712 con María Teresa Álvarez de Toledo, la 11ª Duquesa de Alba. A don Manuel María José le llegó a través de los duques de Pastrana

   En la actualidad el título lo ostenta don Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo.

   Apellidos hidalgos, e historia familiar, en las añejas tierras de nuestra Serranía. En esa apasionante aventura de la historia, que tanto nos cuenta.

 

Tomás Gismera Velasco/ Guadalajara en la memoria/ Periódico Nueva Alcarria/ Guadalajara, 13 de agosto de 2021 

Un libro sobre Galve de Sorbe

GALVE DE SORBE, SU CASTILLO Y SU TIERRA

·  Tapa blanda: 226 páginas
·  Editor: Independently published
·  Idioma: Español
·  ISBN-10: 1794026355
·  ISBN-13: 978-1794026353
Imágenes en blanco y negro
Autor: T. Gismera Velasco

Galve de Sorbe es hoy un pequeño municipio de la provincia de Guadalajara. Cuenta con apenas 100 habitantes censados; llegó a contar con varios centenares hace dos o tres siglos.

La historia, desde la época de los Arévacos, y los celtíberos, pasó por su tierra. Fue señorío de Iñigo López de Orozco; del Infante don Juan Manuel, y Condado de los Mendoza, y de la Casa de Alba.

Su nombre, procedente tal vez de un caudillo árabe, Galib; ha traspasado las fronteras de su Tierra, para afincarse en el continente Americano de la mano de uno de sus condes, Gaspar de la Cerda, Virrey de Nueva España.

Sus Crónicas, que son historia; de su castillo, de sus condes y de sus gentes, son las que rescata este libro, que trata de ser memoria del Ayer y del Hoy de una población encuadrada en uno de los rincones más hermosos de la Provincia de Guadalajara: La Sierra Norte y Tierra de Atienza y Ayllón, puesto que se encuentra a mitad de camino entre dos provincias, la de Guadalajara y la de Segovia, a la que en algún remoto tiempo perteneció.

Con su ayer, su hoy y su mañana, su Virgen del Pinar y sus Danzantes, el autor divide el libro en varias partes, que podemos encontrar diferenciadas ya en su sumario: La historia remota; De Galib a Galve; De Señorío a Condado; Los Condes de Galve; El Galve de la Edad Moderna; El patrimonio, el Concejo, etc.

No faltan apartados al revuelto siglo XIX y las incursiones carlistas; la “crónica del siglo XX”; los avatares para la reconstrucción del castillo; la evolución demográfica a lo largo de la historia; la construcción y reconstrucción de su iglesia, o la breve incursión en personajes históricos como Iñigo López de Orozco, Don Juan Manuel, o el más famoso de los condes de Galve, don Gaspar de la Cerda, Virrey de Nueva España.


 C. Marina