martes, 12 de abril de 2022

MAZARETE: EL ERROR JUDICIAL

 MAZARETE, EL ERROR JUDICIAL



 El guión:

El día 24 de noviembre de 1902 fue descubierto en la carretera de Sigüenza a Molina, en la provincia de Guadalajara, el cadáver de un hombre que representaba unos 30 años, y que tenía una herida de arma de fuego en el pecho. Había sido visto en numerosos sitios la tarde anterior, la última vez que se le vio con vida, en la posada de Mazarete (Guadalajara).

No tardaron en descubrirse quienes eran sus presuntos asesinos, a juicio del juzgado y Guardia civil de Molina de Aragón: dos hombres, padre e hijo, titulares de la posada en la que el difunto pasó parte de su última noche.



La defensa de los procesados  nada pudo hacer contra toda organizada trama que, presuntamente organizada por uno de los miembros de la Guardia civil, que alteró pruebas y buscó y aportó falsos testimonios.

De nada sirvieron testigos ni informes médicos. Ambos procesados fueron condenados a muerte y aguardaron en la cárcel de Guadalajara a que llegase el momento de que los llevasen al corredor de la muerte, al cumplimiento de sentencia.




Alguen, un hombre de prestigio, Tomás Maestre, demostró que la condena obedecía a un error, que aquellos dos hombres nada habían tenido que ver con la muerte del Aceitero.

Pero la justicia los tenía sentenciados, a pesar de que la provincia de Guadalajara, y España entera, se movilizó  ante uno de los  más graves errores judiciales de la España de comienzos del siglo XX.