domingo, 6 de marzo de 2022

Zarzuela de Jadraque (Guadalajara)

 ZARZUELA DE JADRAQUE

Zarzuela de Jadraque es un municipio español de la provincia de Guadalajara, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Tiene una superficie de 31,90 km² con una población de 56 habitantes (INE 2021). (Wikipedia)


UNA HISTORIA DE ZARZUELA DE JADRAQUE

 EL ALTO REY, Y SUS CORRESPONSALES.

Los corresponsales de los periódicos en los pueblos mantienen viva su memoria

 

 

   Desde que el mundo es mundo, o mejor, desde que allá por el siglo XIX comenzaron los periódicos a ser un elemento habitual sobre la mesa de los cafés, los despachos o los patios en los que, a la sombra de la parra, en días como los presentes gustó, a los de dentro y fuera, conocer los que sucedía en su lugar de origen. Ya que desde que aparecieron los periódicos se podía seguir el devenir de una población a través de las letras en tinta impresa. 

 


 

   Desde hace algo más de siglo y medio, muchos de nuestros pueblos comenzaron a dejar reseña de lo que, principalmente por los días de fiesta, acaecía en su entorno.

   Los corresponsales en los pueblos, escritores aficionados y amantes de su naturaleza dejaron reseña de aquellos acaeceres, y nos han legado, para vivir y sentir al día de hoy, un importante acervo cultural. Aunque hoy dediquemos estas líneas, en parte, a este manto que recorre la Sierra Norte de Guadalajara, que día a día se nos despuebla, gracias a todos ellos conocemos como se vivía en nuestros pueblos hace cosa de cien años, o más, o menos. O cómo se celebraban algunos eventos; las devociones que podía tener el señor Alcalde; o los visitantes que, iniciándose en el turismo rural, recorrían las calles.

   La práctica totalidad de aquellos medios provinciales, revistas festivas semanales, se retitulaban algunos, han desaparecido de la mesa camilla de lectura semanal, y únicamente, de remotos tiempos, nos queda este Nueva Alcarria, convertido en crónica viva de un tiempo que quizá, en lugar de mejor o peor fue, simplemente, diferente.

   Largo sería hacer recuento de aquellos, maestros y secretarios, doctores y sacristanes, aficionados a la letra y eruditos en la ciencia histórica, que dejaron su nombre impreso al pie de una crónica. Algunos de ellos han quedado, para siempre, unidos a la historia de algunos de nuestra tierra.

 

Gonzalo Borlaf, entre Aldeanueva y El Ordial

   Don Gonzalo Borlaf Vázquez, como tantos otros, comenzó su vida pública siendo funcionario del juzgado de instrucción de Atienza, a pesar de ser natural de Valdepeñas de la Sierra. En Atienza, o por aquellas tierras, tuvo la ventura de enamorarse de doña Telesfora Yubero, que también fue maestra de la villa, donde parece que no la trataron demasiado bien, por lo que, cuando tuvo ocasión, que fue en el primer decenio del siglo XX, marchó a Aldeanueva de Atienza, y tras ella, don Gonzalo, quien terminó siendo secretario municipal de El Ordial, Aldeanueva de Atienza y unos cuantos pueblos más de aquel entorno.

   Por entonces los secretarios municipales tenían tanto o más poder que los Alcaldes, de ahí que don Gonzalo intimase en lo de cazar codornices por el entorno con el Sr. Conde de Romanones. Se llegó a decir que ambos eran uña y carne en los de pegar tiros al aire.

   Y aparte de ello le dio a la pluma. Sus crónicas de los pueblos del entorno del Alto Rey se hicieron conocidas en muchos medios de prensa, incluso fuera de la provincia, poniendo de moda aquello de subir a esta cumbre serrana como quien, en los tiempos actuales, se embarca en un crucero para navegar los siete mares.

 


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   A él deben Aldeanueva y Bustares la paz de sus tierras, puesto que, desde que los de Aldeanueva decidieron escindirse de Bustares y crear pueblo propio, la batalla se libró en los caminos del Losar de doña Águeda, y en los pasos serranos, con la aprobación guerrera de don Rodrigo de Vivar y de Mendoza, marqués del Cenete, quien llevó a los tribunales a los vecinos de Bustares que dejaron sus tierras por otras nuevas, escapando de su reino serrano.

   Don Gonzalo escribió sobre todos aquellos pueblos por los que pasó, y nos dejó la reseña de cómo eran ellos; y sus fiestas, y sus gentes, y sus tradiciones. A las que solían poner voz de canto, gregoriano incluso, doña Telesfora su mujer y la hermosa hija de ambos, la señorita Iba.

   Hasta que llegaron aquellos días amargos de 1936. Y a don Gonzalo le dio por continuar obedeciendo al Gobierno salido de las urnas, por lo que las represalias no se hicieron esperar. Al término de aquellos se sucedieron sus desdichas en la cárcel de Guadalajara, hasta su muerte, el 1º de junio de 1951, no sin antes habernos legado una gran obra, aunque trazada con pasión de corresponsal de prensa, sin nombramiento oficial.

 

José Pérez Llorente, de Zarzuela de Jadraque

   Fue, don José Pérez Llorente, uno de esos grandes aficionados a contar cosas de su pueblo, y lo hizo con alegría y buen humor, en este Nueva Alcarria que se nos mantiene, desde más allá de la década de 1950, cuando a nuestro hombre, como a tantos más, le dio por salir de aquella Zarzuela alfarera que comenzaba a quedar, como tantas otras poblaciones, al raso del silencio.

   En Zarzuela nació en 1922 y sus primeros pinitos literarios los dio a conocer a través de una de aquellas revistas de Arte y Literatura que surgieron en Guadalajara editadas por la Delegación Provincial de Educación Popular; Reconquista, titulaba su cabecera, que era como una subdelegación del Nueva Alcarria de su tiempo. Revista en la que aparecieron firmas que posteriormente serían inmensamente populares en la Guadalajara de la segunda mitad del siglo, desde el añorado García Perdices a José de Juan o Claro Abánades, Sanz y Díaz, Luis Cordavias o Francisco Layna Serrano;

   Don José Pérez Llorente era por aquellos tiempos factor de tren en Madrid, de donde pasó a Palencia, a continuar en lo de los ferrocarriles, y entre medias nos dejó todo un sentir y saber de Zarzuela de Jadraque, heredado de otro personaje de esos que dejan huella, don Canuto Cuevas Domingo, que fue secretario del municipio por espacio de cuarenta años; con todo el poder que, como ya está dicho, daba entonces una secretaría municipal.


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   Por si fuera poco, don Canuto Cuevas también tuvo por mujer a una maestra de escuela, doña María Garrido Magro, y por cuñado al párroco de la población, don Pascual. Entre ambos cuñados idearon, en aquellos tiempos del auge minero de la tierra, y después de que Hiendelaencina aprobase el establecimiento de un mercado semanal, los domingos, establecer una especie de frontera entre el Alto Rey y la, para ellos, pecadora población capital de la minería, ya que quienes acudían al mercado dominical se saltaban los preceptos religiosos de dedicar el domingo a honrar al Señor. Frontera, y multa al canto a quienes atravesasen el término municipal con dirección al mercado. También protestó por otras muchas cosas y fue, junto a don Gonzalo Borlaf, de aquellos adalides serranos que batallaron por lograr que las carreteras llegasen a aquellos pueblos, sacándolos del letargo, y del aislamiento al que los condenaron los políticos de su tiempo.

   Don Canuto llegó a escribir una especie de historia de Zarzuela, a mano y con buena letra, que se perdió por los entresijos del tiempo y los archivos del ayuntamiento, falleció en el mes de enero de 1914, perdiéndose su memoria. Una memoria que, por fortuna, recuperó nuestro buen factor de ferrocarriles, don José Pérez Llorente.

   Aquella historia le sirvió para dejar, a lo largo de las décadas de 1950 y 1960, la reseña de lo que Zarzuela era, y dejó de ser, a través de las páginas de este Nueva Alcarria, que se convirtió en medio de sus memorias.

   Que también, don Juan Pérez Llorente, es parte de la historia viva del ferrocarril, aunque por aquí parezca que no se sepa, pues a más de escribir una memoria de los trenes de sus primeros tiempos (El Ferrocarril que yo conozco. Memorias de un factor contadas con buen humor), fue periodista de ciencia y conciencia, llegando a ser corresponsal, además de Nueva Alcarria en Zarzuela de Jadraque, de otros muchos medios nacionales en Palencia, entre ellos aquel Norte de Castilla de don Miguel Delibes, o los periódicos catalanes o madrileños, donde se pueden seguir sus historias de trenes, y después en las Palmas de Gran Canaria, a donde se retiró cuando le llegó la jubilación. Allá se matchó porque allá vivía su hija Delfina, haciendo allí historia al contar la de los ferrocarriles, tranvías y guaguas que recorrieron las islas y en donde, al igual que anteriormente en Palencia o en las páginas de este Nueva Alcarria de las décadas de 1950 y 1960, se hizo popular. Allá se quedó para siempre, en el mes de agosto de 1907.

   ¿Qué sería de nuestros pueblos sin sus corresponsales de prensa?

 

Tomás Gismera Velasco/ Guadalajara en memoria/ Periódico Nueva Alcarria/ Guadalajara, 16 de julio de 2021


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UN LIBRO SOBRE ZARZUELA DE JADRAQUE

 ZARZUELA DE JADRAQUE, y de los alfareros

    Zarzuela de Jadraque es en la actualidad uno de los muchos pueblos de la provincia de Guadalajara condenados a la despoblación; no pasó a la historia por sus yacimientos mineros, sino por el trabajo de sus alfareros. Unos alfareros que le dieron al pueblo un apelativo especial, Zarzuela de las Ollas, en un oficio, la alfarería, a la que en temporadas se llegó a ocupar una buena parte de la población.


  ZARZUELA DE JADRAQUE. El libro, pulsando aquí

 

    En ninguna parte de la provincia se podría aplicar aquel viejo cantar conocido por la gran mayoría de alfareros, mejor que en Zarzuela:

Oficio noble y bizarro,

entre todos el primero,

que de la industria del barro,

Dios fue el primer alfarero

y el hombre el primer cacharro.

 

   El viajero, a las puertas de la iglesia, bajo la campana Santa Bárbara, tuvo ocasión de conocer a uno de los últimos alfareros de la población, ya jubilado desde hacía años, que dejó su oficio como tantos más en la década de los años sesenta, cuando el plástico comenzó a suplir a las ollas; cuando la emigración comenzó a dejar solitarios los pueblos; cuando los botijos se suplieron por jarras de cristal, y cuando los quincalleros comenzaron a cambiar las viejas tinajas de barro por modernos utensilios de metal.

    A través de las páginas de este libro nos acercamos a su historia, su tiempo, su memoria…

  


SUMARIO:

 

-I-

ZARZUELA DE JADRAQUE

Pág. 9

-II-

INTERMEDIO HISTÓRICO

Pág. 19

-III-

LA TIERRA Y SEXMOS DE JADRAQUE

Pág. 31

-IV-

ZARZUELA,

DE LA EDAD MEDIA A LA MODERNA

Pág. 41

-V-

ZARZUELA, EN EL SIGLO XIX

Pág. 47

-VI-

ZARZUELA DE JADRAQUE, SIGLO XX

Pág. 93

-VII-

LA ALFARERÍA EN ZARZUELA DE JADRAQUE

Pág. 109

 

 El libro:

  • ASIN ‏ : ‎ B097WZXTGN
  • Editorial ‏ : ‎ Independently published Idioma ‏ : ‎ Español
  • Tapa blanda ‏ : ‎ 127 páginas
  • ISBN-13 ‏ : ‎ 979-8527152777
  • Peso del producto ‏ : ‎ 222 g
  • Dimensiones ‏ : ‎ 13.97 x 0.74 x 21.59 cm 
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