lunes, 7 de marzo de 2022

MIEDES DE ATIENZA (Guadalajara)

MIEDES DE ATIENZA 

 Miedes de Atienza es un municipio español de la provincia de Guadalajara, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Pertenece al Partido Judicial de Sigüenza. (Wikipedia)


UNA HISTORIA DE MIEDES DE ATIENZA

LA OBRA DE LUCAS GONZÁLEZ DE MIEDES
Un benefactor en la Serranía de Atienza



   Si de algo ha podido presumir la Serranía de Atienza en el transcurso de su historia es de haber tenido entre sus naturales a gentes de gran talante que alcanzado el éxito en su profesión, dedicaron una parte de su vida, o de su fortuna cuando la lograron, a los demás. En el deseo de que, como  quienes alcanzaron el éxito, pudiesen lograrlo quienes no disponían de medios para iniciar el largo y en ocasiones tortuoso camino.



   Es por ello que no es infrecuente encontrarnos por las poblaciones aledañas a la villa castillera, con memorias y becas fundadas siglos atrás en poblaciones como Hijes, Ujados, Miedes, Campisábalos, Albendiego o Somolinos. Pueblos hoy que se quedaron a la vera del camino en aquello de conservar a sus habitantes, pues pertenecen a esa parte de la España vaciada tan en boga en nuestros días. Pueblos en los que gobierna el silencio y reina la despoblación.

   Miedes, hoy de Atienza y antes de Pela –por la sierra de su nombre-, fue hasta no hace demasiados años una de las poblaciones más representativas de la comarca serrana que por algún tiempo trató incluso de arrebatar protagonismo a la villa por excelencia de la comarca, Atienza. Uno de sus naturales, queriéndolo situar al mismo nivel que las grandes poblaciones provinciales, logró que fuese, aunque únicamente por unos cuantos meses, cabeza del partido judicial, quitándole la honra a Atienza. Quien lo logró fue uno de los muchos hidalgotes de la localidad, don José María de Beladíez (o Veladíez, que tanto da).

   Y es que, en Miedes, tuvieron su origen y se conservan sus hidalgos caserones; la sombra de los Beladíez se alargó por toda la provincia, más allá de Atienza, donde también levantaron palacete señorial.





   Miedes era entonces, desde los siglos XIV o XV, población de cierta entidad, convertida en cabeza de extenso señorío que se integró con el pasar del tiempo en el ducado del Infantado, luego de pertenecer a los López de Oroz y pasar por el ducado de Medinaceli.

   Su riqueza, centrada en la ganadería, propició que sus hidalgos se convirtiesen en personajes distinguidos dentro y fuera de la provincia, y que alguno de ellos continuase la labor emprendida por quienes trataron de favorecer a sus paisanos.

   Una cátedra de latinidad y gramática fundó en 1601 don Francisco Somolinos, en aquellos años cura párroco de su iglesia. Cátedra que llegó hasta los  primeros decenios del siglo XX, y fue la encargada de costear los jornales de los sucesivos maestros de la población; e igualmente llegó hasta avanzado el siglo XX la obra pía de don Pedro Montero, que todos los años costeaba los estudios, o aportaba una cantidad a modo de beca, a un estudiante destacado de la población, para acceder a estudios superiores. A ella podía acceder cualquier hombre varón, en edad de estudiar, de cualquiera de los dos pueblos en los que don Pedro Montero tuvo familiares, Miedes, Hijes y Ujados, pudiendo opositar a la cantidad asignada simplemente con solicitarlo en la Secretaria del Ayuntamiento de Miedes acompañando, claro está, toda una serie de documentos acreditativos de su naturaleza y estado.

   Hubo otras memorias y fundaciones, como la de Don Domingo Aparicio, para la que había un Patronazgo y Administrador de tierras, con cuyo fruto se debería dotar a dos mujeres del pueblo para que pudiesen casarse. A condición de que fuesen huérfanas de padre o madre


La fundación de Lucas González
   Otro de aquellos mecenas para los estudios de sus paisanos fue Lucas González, quien por su nacimiento en la localidad adoptó como segundo apellido el “Miedes” de su origen, por lo que ha pasado a la historia como Lucas González de Miedes. Siendo quizá uno de los hombres que más influyó en el siglo XVII para que sus paisanos accediesen a la cultura. No sólo los naturales de Miedes, también los de los pueblos aledaños, desde Hijes y Ujados, por cercanía, a Galve o Cantalojas, que sin ser en aquellos tiempos parte de la tierra de Guadalajara, algo debían de tener de familiaridad con nuestro hombre para permitir que alguno de sus naturales accediese al estudio gracias a su obra.

   Racionero de la Santa Iglesia Metropolitana de Sevilla, donde pasó la mayor parte de su vida, falleció y fue sepultado, Lucas González de Miedes fundó y dotó en 1599, en Alcalá de Henares, el Colegio Menor de las Santas Justa y Rufina, para que en él estudiasen los hijos de su villa y de aquellos pueblos sobre los que tenía alguna jurisdicción.

   No es mucho lo que se conoce en torno a los orígenes, formación y estudios de Lucas González, apuntándonos en la reciente obra que hace unos años se publicó en torno al Colegio de las Santas Justa y Rufina de Alcalá de Henares, fruto de su fundación, que: “Junto a su nombre aparece siempre el título de Licenciado, grado que sin duda no adquirió ni en la Universidad de Alcalá, ni en la de Sigüenza, ni en Bolonia, pero tampoco tenemos la certeza de que lo hiciese en la Universidad de Sevilla, eso sí, a esta última Universidad se alude en las Constituciones del Colegio de las Santas Justa y Rufina, ya que en ellas se cita literalmente el colegio sevillano “Maestro Rodrigo” como modelo a seguir en su vestimenta por los nuevos “rufinos”. Por tanto sólo sabemos que el fundador pudo estudiar y obtener ese grado de Licenciado en el Colegio Maese Rodrigo, como era conocido el Colegio de Santa María de Jesús de la Universidad de Sevilla”.

   Más, si no se conocen demasiados datos en torno a su origen, sí que se sabe el lugar en el que reposan sus restos, que se encuentran en la catedral de Sevilla, delante de la capilla de la Estrella.
   El Colegio se funda a partir de las cláusulas testamentarias dictadas en Sevilla el 9 de junio de 1599:







   “E cumplido e pagado este mi testamento y las mandas y legados en él contenidas, dejo e nombro por mi heredero universal… se dote a un colegio para estudiar que yo desde luego fundo e instituyo para después de los días de mi vida en la villa de Alcalá de Henares… el cual se nombra e intitula de las vírgenes santas Justa y Rufina, mis patronas…”

   Un colegio al que debían de tener acceso, por encima de otros posibles estudiantes, y como solía ser costumbre, sus parientes en primer lugar, después sus paisanos, más tarde, el resto:

   y es mi voluntad que sean llamados a las dichas colegiaturas mis parientes, prefiriendo siempre el más cercano, y en falta de parientes se prefieran siempre los naturales de la villa de Miedes…” Tras los naturales de la villa de Miedes, el resto de estudiantes de los pueblos vecinos, hasta completar el cupo.

   El primer colegial, según ordena igualmente de su testamento, habría de ser su sobrino Juan Martínez, al que dejó los bienes de una capellanía que fundó por aquellas mismas fechas en Miedes con diecisiete mil maravedíes de capital, ordenando además que para ayuda de sus estudios, y de la administración de sus bienes, se le den anualmente otros cien ducados.








   El segundo colegial habría de ser también un natural de Miedes, de nombre Juan García, que al presente está en mi casa y es estudiante… Quien había llegado desde su localidad de origen para servirle como criado, y terminó siendo clérigo.

   La fundación efectiva no se materializaría hasta unos años después de su muerte, cuando los albaceas testamentarios, una vez fueron cumplidas las primeras disposiciones, formalizaron la institución el 3 de febrero de 1607, encontrándose vigente hasta el 14 de julio de 1781 en que se unió al llamado “Colegio de los Verdes”.

   Lo que está claro es que, a partir de la fundación, numerosos hijos de la localidad pasarán a este para llevar a cabo sus estudios, el primero de ellos, en 1617, su familiar, a la sazón residente en Sevilla, Mauricio Fernández de Burgos; más tarde, junto a numerosos alumnos sevillanos, por ser el lugar en el que falleció y residió el fundador, accederían naturales de otros lugares y, principalmente del entorno de Miedes y del obispado de Sigüenza. De Hijes, Galve, Atienza, Campisábalos, Bañuelos o Cantalojas.

   Hasta cerca de dos docenas de serranos pasaron por el colegio de las Santas Justa y Rufina de Alcalá, gracias a Lucas González de Miedes.


Tomás Gismera Velasco
Guadalajara en la Memoria
Periódico Nueva Alcarria
Guadalajara, 18 de septiembre de 2020

También te puede interesar:

 

UN LIBRO SOBRE MIEDES DE ATIENZA

 

MIEDES DE ATIENZA.
La tierra que el Cid cabalgó
El libro que  cuenta el hoy y el ayer de la localidad serrana

      Tiene, Miedes de Atienza, un cierto aire de ciudad en miniatura. De pueblo grande con historia escondida tras cada una de las grandes casonas que orlan la gran plaza en la que ahora se sitúa su Ayuntamiento, y en torno a la cual, actualmente, se desarrolla gran parte de su vida. A don José de Veladíez y Ortega de Castro le hubiese gustado verlo. Ver cómo todo gira, en Miedes de Atienza, en torno a su gran casa; como cuando él se encontraba entre los vivos y se asomaba a sus balcones para dirigirlo todo desde ellos; lo de acá, y lo de allá.




    La de don José de Veladíez era quizá una de las casas más grandes de la villa, y puede que de la comarca; sin que quedasen atrás las de sus hijos, que custodian la primitiva; la de don Francisco, por la izquierda y la de don Roque, por la derecha.

   Los tiempos de estos personajes coinciden con el del auge del precio de la lana, que fue el sostén de su fortuna. Don José, que paralizó las obras de la iglesia cuando se reconstruyó de nueva planta en el último tercio del siglo XVIII, para mayor gloria de su apellido se hizo construir una capilla, en pugna con otro de los potentados del lugar, don Juan Recacha.
   Nada que ver,  estos prohombres de apellido ilustre en la serranía, con don Lucas González, otro de los nacidos en la villa con anhelo de capital serrana. Don Lucas, que se hizo sacerdote en Sigüenza y encargó a sus testamentarios la fundación de un colegio en Alcalá de Henares para que estudiasen sus paisanos.


   También ha dado personajes de novela negra este Miedes que hoy es sombra de lo que fue, pues de aquí salió uno de los personajes más curiosos, y novelescos, que ha dado el siglo XX español, Laureano que murió como los grandes espías de novela policiaca; acribillado a tiros a las puertas de un café de París el día de su cumpleaños. La causa de la muerte: ajuste de cuentas.

   Aunque sin duda el gran personaje que ha marcado para los restos este entorno no es otro que Rodrigo de Vivar, a quien nadie, con anterioridad a la primavera de 1903 conocía por estos pagos.

   Son, qué duda cabe, memoria, historias, recuerdos de un pueblo. Páginas de un libro que traza su vida pasada y rememora la de quienes lo habitaron. Y es que, como tantos otros, Miedes de Atienza,  tiene ya el trazo de su vida recogida en papel de libro, conese sugestivo subtítulo: “La tierra que el Cid cabalgó”. Donde caben el ayer y el hoy, la villa y su tierra, y hacen presente, para quienes no lo conocieron, el pasado de una tierra hermosa. De una solemne villa que, un día no tan lejano, soñó con ser ciudad.







Este, es su sumario:


LA HISTORIA  / 11

Un apunte geográfico, y algo más / 11

Sobre los tiempos primitivos / 15

La Reconquista / 18



EL SEÑORÍO DE MIEDES  / 27

Iñigo López de Orozco. ¿Primer Señor de Miedes? /27

Gastón de la Cerda, Señor de Miedes /32

El Señorío de Miedes en el tiempo / 35



TIEMPOS RECIENTES  / 47
La Época Moderna /47
La Época Contemporánea / 53
Miedes, cabeza de partido judicial / 57
Un mercado para Miedes / 59
Miedes y las Guerras Carlistas / 61
El censo de población en el transcurso del tiempo / 65
EL PATRIMONIO RELIGIOSO  / 67
La Iglesia / 67

LOS SERVICIOS CONCEJILES Y ASISTENCIALES  / 99
El Hospital de la Santa Cruz /99
La fragua o herrería / 102
El molino harinero / 104
El horno de pan cocer, u horno de poia / 106
La carnicería /107
Las fuentes /108
El Pósito /109
La Cátedra de Gramática y Latinidad y la Obra Pía de Don Francisco Somolinos /111
Memoria de Don Domingo Aparicio /114

ARQUITECTURA CIVIL  / 119
Las Casonas /119

LOS VELADÍEZ, O BELADÍEZ / 129
Noticia General /129
Beladíez, o Veladíez, que fueron historia /135
José María Beladíez Herrera /135
Joaquín María Beladíez Herrera /137
Roque María Beladíez Herrera /140

 

PERSONAJES PARA LA HISTORIA DE MIEDES  / 143

EL CID EN MIEDES  / 177

UN TEATRO PARA MIEDES  / 187

MIEDES, CRÓNICA DEL SIGLO XIX  / 197

MIEDES, CRÓNICA DEL SIGLO XX  / 209



BIBLIOGRAFÍA BÁSICA  / 295