TAMAJÓN (Guadalajara). Villa y Tierra
Tamajón es, al día de hoy, una localidad señalada por sus paisajes naturales, de la provincia de Guadalajara, a la sombra del emblemático Pico Ocejón.
El autor, en su recorrido a través de los pueblos de la provincia, llega a Tamajón y a través de los testimonios escritos a lo largo del tiempo por cronistas e historiadores, nos adentra en el ayer de Tamajón, historia, paisaje y gentes; tomando los textos publicados por aquellos, junto a otros muchos, para darnos cuenta de la importancia que Tamajón y su tierra alcanzaron a través de los siglos; acompañando la obra con los textos de aquellos quienes, cada uno en su sentir, opinó en torno a lo que admiraron sus ojos y conocieron en su debido momento.
Puede, en ocasiones, parecernos confuso el discurrir del texto de unos y otros; ha de ser el lector quien, observando y analizando, llegue a la conclusión que las páginas siguientes buscan.
El autor nos lleva a conocer, siquiera de manera somera, los acontecimientos históricos del entorno; así como las costumbres que acompañaron la vida de esta parte de la provincia de Guadalajara; empleando investigaciones y fuentes propias.
Sin duda, las páginas siguientes, como otras anteriormente escritas y publicadas, nos acercan a un entorno que siempre merece una atención; una detenida mirada…
Algo más a occidente de Beleña sale de la carretera Cogolludo-Uceda un ramal en dirección norte, que dejando a la izquierda el pueblo de Retiendas, en cuyo valle subsisten las melancólicas ruinas ojivales del monasterio cisterciense de Bonaval, llega a Tamajón, donde hubo una iglesia románica hundida por completo en el siglo XVI para construir la actual, notable por su conjunto, así como por algunos detalles de su interior; por ejemplo, el bello púlpito de piedra esculpido según el gusto plateresco. Si me ocupo de Tamajón en esta obra es para citar su iglesia primitiva, de la que solo quedan como recuerdo el nuevo atrio que conserva la disposición de la antigua galería abierta al mediodía por siete arcos de los cuales servía de ingreso el central; asimismo, revelan la existencia de la obra románica trozos de cornisa billeteada, alguno de cimacio exornado con róleos, y varios canecillos que ostentan caras grotescas esculpidas; restos insignificantes de un templo que, a juzgar por ellos, debió en sus buenos tiempos ser equiparable a los de Campisábalos y Beleña.
Francisco Layna Serrano
La Arquitectura Románica en Guadalajara (1932)
Tamajón, la antigua Tamalla
En los confines de su meseta y comienzos de la quebrada sierra, abierta al azote de todos los vientos, recia y vigorosa, como sus hijos, se alza la antigua ciudad de Tamalla, hoy villa de Tamajón. No conserva de su aspecto de gran ciudad, sino vestigios de su pasada grandeza; ruinas, tradiciones y heráldica.
Tiene, sin embargo, este pueblo, fuerte y singular, rasgos fisonómicos inconfundibles, y que reflejan el carácter de sus antepasados como se transmitirán, seguramente, a las venideras generaciones; las dotes de honradez y laboriosidad de sus habitantes, el odio al delito, la repugnancia a la holgazanería, el amor de sus tradiciones sacrosantas.
La decadencia de Tamalla fue la de tantas ciudades de la madre Castilla; la desaparición de sus principales fuentes de riqueza, ganadería y encinares. Al amparo de estos enormes recursos, florecieron industrias como las del curtido de pieles, conservándose aún restos de sus tenerías, donde encontraban fácil aplicación las grandes cantidades de tanino de las cupulíferas.
La gran cantidad de leña y la inmejorable sílice, en tiempos en que se desconocía el valor de la hulla, dieron lugar a otra industria: la vidriera, de productos inmejorables. Aun se conservan productos de la gigantesca fábrica del Sr. Garreta, cuyos muros, como gemidos de gigante, han caído al suelo, víctimas del abandono y cobarde interés de los hombres.
Ya en tiempos próximos, también ha contribuido a su estado de decadencia el quitarle la capitalidad del partido, categoría que no debió ser suprimida y rango que de hecho pertenece a Tamajón por su posición equidistante de los pueblos del partido.
Tamajón, no obstante, no morirá y vivirá sobre sus tiempos, sobre sus clases, impulsado por sus instintos vitales.
Y en la lucha por la conquista de sus ideales, siempre nos tendrá en la brecha esta preciada joya serrana, cuna de mis padres, patria mía y patria también de varones ilustres en las artes y literatura españolas.
El Bachiller de Tamalla
Flores y Abejas, 30 de diciembre de 1928
EL LIBRO:
- ASIN : B0D52ZCM4N
- Editorial : Independently published
- Idioma : Español
- Tapa blanda : 228 páginas
- ISBN-13 : 979-8326474414
- Peso del producto : 408 g
- Dimensiones : 15.24 x 1.47 x 22.86 cm
