domingo, 6 de marzo de 2022

PAREDES DE SIGÜENZA Guadalajara)

 PAREDES DE SIGÜENZA

Paredes de Sigüenza es un municipio español de la provincia de Guadalajara, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Tiene una superficie de 32,95 km² con una población de 22 habitantes y una densidad de 0,79 hab/km².

Se encuentra a 95 km de Guadalajara, a 26 km de Sigüenza y a 72 km de Soria.(Wikipedia)

 

 UNA HISTORIA DE PAREDES DE SIGÜENZA

  LA VARONA DE PAREDES, DE SIGÜENZA

Una mujer que hizo historia, en la frontera castellana

 


   Sin lugar a dudas, a no ser por don Félix Lope de Vega Carpio, quien en pleno Siglo de Oro rescató la figura de doña Mari Pérez del olvido, su nombre, y su epopeya, no hubiesen llegado hasta nosotros.

   Pero don Félix Lope de Vega, quien tantas obras teatrales y comedias del género histórico épico escribió, se nos permita la licencia de definir de esta manera alguna de sus obras, tituló una de ellas como: “Comedia Famosa de la Varona Castellana”. Obra en la que toman parte el infante don Vela; el escudero Ordoño, don Pedro de Lara, doña Urraca reina de Castilla, don Alfonso rey de Aragón y, claro está, doña Mari Pérez, o María Pérez Sotomayor, Villaneñe o… Varona. 

 


 

   Mujer a la que algunos autores compararon con la francesa santa Juana de Arco. Por fortuna, nuestra Varona no ardió en la hoguera y descansa, a la eternidad de los siglos, desde el XII o el XIII, en el monasterio de San Salvador de Oña (Burgos), bajo la inscripción de:

De los Godos vi salir, muy lucidos caballeros.

Dos hermanos en la lid, escogidos entre mil,

y una su hermana con ellos.

Esta es la brava Leona que en los hechos fue varón,

y al campo, y a su persona,

puso nombre de Varona, y ganó armas de Aragón.

   Junto a ella reposa el que fuera su marido, don Bela, o don Velasco, quien fuese infante del reino de Navarra por aquellos mismos siglos.

 

Las tierras de la frontera

   Las fronteras castellanas, cuando lo de la Reconquista, se fueron ampliando, pasando del Duero al Tajo tras las razias llevadas a cabo por aquellos nobles castellanos que fueron dominando de norte a Sur nuestra tierra.

   Una tierra que fue conquistada, según las cuentas, por las tropas que comandó don Alfonso de Aragón, marido que fue de doña Urraca de Castilla, o de León, que formaron matrimonio de conveniencia y, como suele suceder en tantos casos, no muy bien avenido. Mal genio cuenta la historia que gastaba el de Aragón, y mal genio, cuenta la leyenda, que gastó doña Urraca durante todos los años de su vida. No es de extrañar por tanto que, concluida parte de la Reconquista por esta parte de la serrana tierra de Guadalajara, la que llega desde Sigüenza a los hoy confines provinciales de Soria y Segovia, don Alfonso de Aragón partiese para su reino dejando a su mujer compuesta y sin marido. Después llegó el divorcio, la separación o el si te he visto no me acuerdo.


 

   Claro está que para obtener la separación en toda regla acudieron al Papa de Roma, que lo era Pascual II, quien no dudó en firmar la nulidad atendiendo a que ambos eran primos y no solicitaron, como paso previo al matrimonio, la dispensa correspondiente. Para doña Urraca, don Alfonso de Aragón era su segundo marido; anteriormente estuvo casada con don Ramón, conde de la Borgoña; y cuando la batalla de la Varona, andaba en tratos para contraer terceras nupcias con don Pedro de Lara; de ahí el cabreo del aragonés.

 

En Paredes se libró la batalla

   Parece que don Alfonso de Aragón recordó que él había conquistado las hoy tierras de Atienza, de extremo a extremo y Norte a Sur, y desde sus reinos de Aragón, con cumplido cuerpo de ejército, traspasó las fronteras, atravesó la hoy provincia de Soria y trató de llegar a través de la tierra de Atienza, a la de León.

   Al encuentro, por estas mismas tierras donde se libró la batalla, envió el rey Alfonso VII de Castilla y León a sus huestes, para tratar de detener las avanzadas de quien fuese su yerno, el rey aragonés, echando mano de todos los caballeros de armas disponibles y recurriendo, por supuesto, a quienes, nos cuenta el Doctor Alonso Arroyo, autor de las Genealogías Toledanas, eran sus primos hermanos, don Gómez y don Alvar Pérez, quienes entretenían sus días en sus posesiones navarras; y para acá vinieron, acompañados de su hermana, doña Mari.

   No se pone muy de acuerdo la historia a la hora de dar fecha a aquellos encuentros en los que, a la moda medieval, se retaban los caballeros y batallaban cuerpo a cuerpo, espada contra espada, hasta que alguno de ellos quedaba rendido bajo el peso de la armadura, atravesado por el filo del acero, o caía prisionero, teniendo que comprar su libertad a costa de perder una fortuna.

   Cuentan aquellas viejas historias que: “Como el rey de Aragón supo la ida del rey de Castilla con sus huestes, salió a recibirlos cerca de Paredes, en la villa de Atienza, y se trabó entre los dos ejércitos una muy reñida y sangrienta batalla, donde los castellanos hicieron valerosos hechos”.

   Tantos fueron que pusieron en fuga a las huestes del rey de Aragón, dejándose a la real majestad inmerso en la batalla.

   Por las extensas llanuras de Paredes, Morenglos, Alcolea de las Peñas o Cincovillas, se vieron correr en desbandada los caballos aragoneses con sus jinetes a los lomos. Perseguidos, como era de ley, por los castellanos. Cuenta la historia, o acaso la leyenda, que se hizo la noche, y en medio de la oscuridad batallaron, cuerpo a cuerpo, dos de aquellos caballeros, ocultas sus caras por las viseras de los cascos, embutidos en sus correspondientes armaduras.

   La lucha llegó al cuerpo a cuerpo, y “fue la batalla entre los dos muy reñida, tanto que no se pudieron vencer en gran parte de la noche, y entre los dos se comenzó de nuevo la batalla como si no hubieran hecho nada”. 


 PAREDES DE SIGÜENZA, CRUCE DE CAMINOS (Conócelo, pulsando aquí)

 

   Batalla que se inclinó del lado castellano. A sus pies quedó rendido el de Aragón, y aquí es donde, de nuevo, la historia se nos cuela para decirnos que “quitándole el yelmo de la cabeza para quererla cortar, la dijo el caballero: Cantad que soy el rey de Aragón, yo me daré por vuestro prisionero”, y así el aragonés salvó la vida.

 

Mari Pérez, la Varona de Paredes, ¿o de Baraona?

   Por supuesto que la vencedora era ella, doña Mari Pérez quien batalló y llevó prisionero al rey de Aragón hasta el real campamento castellano, donde descubrió su rostro ante el aragonés quien, sorprendido, conoció que fue hecho preso por una mujer.

   En aquellas fue cuando el rey de Castilla dijo lo de: Vos habéis hecho no como mujer, sino como varón, pues siendo mujer habéis hecho lo que no pudieron hacer muchos varones, desde hoy en adelante llamen a vos y al campo donde Dios nos ha dado la victoria, Varona.

   Más hubo, el rey la dio en matrimonio a aquel don Vela, o don Velasco de Navarra; y la hizo señora de Villaneñe, e incluso el rey de Aragón premió su gesto dándole sus armas.

   La disputa llegaría muchos siglos después, cuando a eso de la mitad del XIX llegó a la hoy población de Baraona, en la cercana Soria, el conocimiento de la historia de esta mujer, sin que faltase, a partir de aquí, quien tratase de enlazar a la Varona Castellana, con la villa de Baraona.

   La etimología del nombre de la villa soriana lo entrelazan los estudiosos de aquella ciencia con algunas raíces vascas y otras árabes, muy a pesar de que, a partir de aquella mitad del siglo XIX los cronistas de la villa, y los de Soria, trataron de entrelazar el nombre de doña Mari con los orígenes de la población, que es mucho más antigua que la propia Varona Castellana.

    El cronista soriano don Manuel Blasco y Jiménez escribió en 1909 que entonces fue cuando mudó Baraona su nombre primitivo. Y el también cronista don Manrique de Lara, que fue Inspector de primera enseñanza, escribió en 1926 que los sorianos para conmemorar el recuerdo de doña Mari, hicieron colocar en la veleta de la torre de la iglesia una amazona de metal, a la que el pueblo venera como símbolo de lealtad. Algo que sucedió en los años finales de aquel siglo XIX, cuando se arruinó la iglesia y un rayo destruyó la torre, teniéndola que levantar desde los cimientos.

   De lo que no cabe la menor duda es de que, como la historia cuenta, y recogió don Félix Lope de Vega, y antes don Alonso Arroyo, y después don Juan de Moraleda y Esteban, tenido por descendiente de la Varona Castellana, por Paredes se libró la batalla; así pues, la Varona Castellana lo ha de ser de Castilla, y de Paredes, de Sigüenza.

 

 Tomás Gismera Velasco/ Guadalajara en la memoria/ Periódico Nueva Alcarria/ Guadalajara, 6 de julio de 2021

 

 

BARAONA EN LA MEMORIA, entra a conocerlo, pulsando aquí


UN LIBRO SOBRE PARADES DE SIGÜENZA

PAREDES DE SIGÜENZA. CRUCE DE CAMINOS. Aportes para una historia

   Se encuentra Paredes de Sigüenza en el extremo norte de la provincia de Guadalajara, al pie de los altos de su nombre que separan las actuales provincias de Guadalajara y Soria, dentro de la amplitud de la llanura conocida como “Valle del Salado”, por discurrir a lo largo de este el río que con sus aguas dio pie a la formación en el valle de decenas de explotaciones salineras producto de la desecación de las aguas cuando todo este territorio se encontraba ocupado por ellas. Un mar que llegaba hasta el interior de la península y que dejó en las entrañas de esta tierra, con su desecación, lo que habría de ser con el pasar de los siglos una de las riquezas principales, no sólo del valle, también de la provincia.
      Los estudiosos de la materia, al hablarnos de las salinas de la provincia de Guadalajara y concretar sobre las que se sitúan en torno al valle del río Salado y comarcas de Atienza-Sigüenza, nos dan cuenta de que los terrenos se encuentran formados por consecutivos depósitos de margas, yesos y arcillas: 




   …reductos de un mar primigenio que anegó las tierras del interior peninsular; aparecen surcados en sentido más o menos norte-sur, por diferentes cuencas tributarias de los rebordes del Sistema Central que buscan verter sus aguas sobre una de las principales redes hidrográficas de España: el Tajo. Un tributario de esta red es el río Henares, y a su vez el río Salado lo es del anterior. Su nombre indica su principal característica: desde sus orígenes en torno a la Laguna de “El Madrigal”, discurre cargado de sales procedentes del tajo que el curso de las aguas produjo en las arcillas del Keuper, masivas de este territorio[1].

   Continúan estos autores describiéndonos el terreno, dándonos cuenta de que el río Salado nace en el término de Paredes de Sigüenza, a los pies de la Sierra Gorda, conformando el conjunto del valle un peculiar trazado en zig-zag, al que se adapta el propio río conformado por varios tramos de norte a sur: el valle de Bochones, el valle de los Prados o de Atienza, el valle de Valdelcubo, el valle de la Riba, el valle del Salado-Vadillo, el valle del Atance y el valle de la Paramera de Baides. Siendo sus principales afluentes, salvo el Gormellón que lo hace por la derecha, el resto por la izquierda, el Berral, Querencia, Bretes y Vadillo.
   Justo es, en este punto, dejar constancia de la denominación de “Salado” para un buen número de ríos y arroyos a lo largo de la Península; incluso en la provincia de Guadalajara son numerosas las denominaciones si bien tal vez la más significativa sea la del río Linares, al que igualmente se le denominó “Salado”. Igualmente encontraremos la misma denominación en riachuelos y arroyos que bordean o bordearon las salinas provinciales.
   Hoy la población se encuentra en uno de esos puntos centrales de nuestra España vaciada, en la que domina el silencio.
   Pero, a pesar de ese silencio a que nuestros pueblos, y con ellos Paredes, han quedado condenados, la villa se mantendrá viva, mientras alguien la recuerde y nos quede un testimonio para poder dar fe de que tuvo una historia, unas vivencias, muchas cosas que contar de las que, las páginas que componen esta obra, pueden ser el comienzo.


 
 
ÍNDICE:

-I-
PAREDES DE SIGÜENZA
Pág. 9
Orígenes, Geografía y Población
Demografía

-II
LA HISTORIA
Pág. 17
La Reconquista
La Varona de Paredes
La Comunidad de Villa y Tierra de Atienza

-III-
PAREDES EN LA EDAD MEDIA
Pág. 27
Los Señores de Paredes
Gastón de la Cerda, Señor de Paredes
Paredes en el Condado de Coruña y Vizcondado de Torija

-IV-
EL PASO DE LOS SIGLOS
Pág. 39
El Catastro de Ensenada
El Siglo XIX
Paredes, cruce de caminos
Paredes y la muletería
El Mercado de los Viernes
La Cárcel
El Municipio, el urbanismo y el Concejo
El Pósito
El Médico-Cirujano
Sacristán, Maestro y Secretario Municipal
El horno de pan cocer, u horno de poia
La taberna y la posada
La segregación de Rienda

-V-
PAREDES SIGLO XX
Pág. 69

-VI-
La Iglesia y el Hospital
Pág. 75

-VII-
LAS SALINAS
Pág. 85

VIII-
Entre la historia y la leyenda
Pág. 95
La Laguna del Madrigal de Paredes
La Leyenda de la Laguna de Paredes
El caso de Ángel Cabellos de Francisco
María Pérez, La Varona

APÉNDICES:
Pág. 107
Luis de la Cerda, V conde de Medinaceli, vende a Lorenzo Suárez de Mendoza, I conde de Coruña, Paredes de Sigüenza y su tierra. Sigüenza, 25 de agosto de 1473.
Concierto entre Lorenzo Suárez de Mendoza, I conde de Coruña, y el concejo de Atienza sobre Cincovillas, Madrigal y Vesperinas. Toledo, 9 de febrero de 1480.
Real Orden Sobre Sepulturas, en torno al proceso de exhumación del suicida Ángel Cabellos
PAREDES DE SIGÜENZA, EN LOS DICCIONARIOS
Paredes de Sigüenza, en los anuarios
Condiciones bajo las cuales ha de sacarse a pública subasta la conducción diaria del correo de ida y vuelta entre Paredes y Atienza.

BIBLIOGRAFÍA PRINCIPAL


EL LIBRO:
  • Tapa blanda : 134 páginas
  • ISBN-13 : 979-8675071159
  • Dimensiones del producto : 13.97 x 0.79 x 21.59 cm
  • Editorial : Independently published 
  • Idioma: : Español
  • ASIN : B08FP9Z55G





[1] Antonio Malpica Cuello y Guillermo García-Contreras Ruiz: Asentamientos y explotación de la sal en el valle del Salado y la zona de Sigüenza en la época altomedieval. En la España Medieval, 2009, vol. 32, p. 295-324.