JIRUEQUE Y SU DORADO
La población de Jirueque se encuentra en la provincia de Guadalajara, en la comarca de la Serranía, formando parte siglos atrás del Común de Villa y Tierra de Atienza.
Comarca situada al Noroeste de la provincia, como punto de unión entre los sistemas montañosos Central e Ibérico, donde se forman una buena parte de las serranías provinciales, entre las cimas del Pico Ocejón y Alto Rey.
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Jirueque (Guadalajara), nombre que suena a árabe, es una pequeña villa pintorescamente situada en magnífica loma, seis kilómetros más allá de Jadraque, a la derecha de la carretera que conduce a Soria y apartada de esta doscientos metros escasos, ocupados por un vadillo con su alameda, que abarca al caserío modesto sobre el que destacan la iglesia y su esbelta torre prismática de roja sillería. En este lugarejo, tan pequeño y pobre se conserva un sepulcro, de subido interés artístico…
Francisco Layna Serrano
El Sepulcro de Jirueque
Madrid, 1948
El Dorado de Jirueque
Poco se conoce en torno a quien pudo ser aquel Alonso Fernández de la Cuesta, fundador de una de las numerosas capellanías que dieron realce a la iglesia de Jirueque, Capellanía heredada por su familia, Dorado de apellido, y que llegaría hasta los últimos años del siglo XIX.
En cuanto a la pieza escultórica, una de las más significativas de las iglesias de la comarca, son numerosos los estudios que en torno a ella se han llevado a cabo desde que, en 1948, la sacase a la luz el entonces cronista provincial de Guadalajara, Francisco Layna Serrano, quien escribiría al respecto:
En la modesta iglesia de Jirueque hay, al lado del Evangelio una capilla enrejada, con bóveda de crucería, obra de comienzos del siglo XVI; en el centro, un magnífico sepulcro de alabastro, con su estatua yacente, propio de un magnate; sin embargo es de un modesto sacerdote llamado Alfonso Fernández de la Cuesta, cura que fue de Jirueque y los tres Cendejas, muerto en octubre de 1510 y fundador de una capellanía bien dotada[1]…
Más tarde el mismo historiador elaboraría un amplio estudio para el Boletín de la Sociedad Española de Excursiones[2], que incorporamos en los apéndices.
Layna Serrano se aventuró a señalar quién o quienes pudieron ser sus autores; señalamiento que será contestado a lo largo del tiempo.
El actual cronista provincial, Antonio Herrera Casado, escribirá en 1972[3]:
Poca luz se puede o podrá arrojar ya sobre el asunto, pues la destrucción del archivo municipal y parroquial en la guerra civil nos deja en la más absoluta orfandad de datos.
Añadiendo que la estatua y enterramientos están hechos en un alabastro amarillento, homogéneo y algo traslúcido…
Dándonos cuenta de su completa descripción: Una caja sepulcral apoyada en seis cabezas de león, se cubre con tapa de pestaña voladiza y sobre ella descansa la estatua yacente del sacerdote. Las cuatro caras del enterramiento, exento, están decoradas y muestran un gran interés.
Rosa López Torrijos[4], al analizar la obra, nos indica: La pestaña que rodea por completo el lecho sepulcral, tiene la siguiente inscripción: “Aquí está sepultado el honrado Alonso fernandes cura que fue desta iglesia y la çendejas el qual faslçio a quince días del mes de octubre año de mil y quinientos y diez años”.
[1] Diario Guadalajara; 1º de abril de 1948.
[2] Tomo II; Madrid, 1948.
[3] Glosario Alcarreño; Semanario Nueva Alcarria, Guadalajara, 11 de noviembre de 1972.
[4] Datos para una escuela de escultura gótica en Guadalajara. Wad-Al-Hayara, 1978, nº 5.
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EL LIBRO:
- ASIN : B09HFXX8M4
- Editorial : Independently published
- Idioma : Español
- Tapa blanda : 140 páginas
- ISBN-13 : 979-8488397125
- Peso del producto : 236 g
- Dimensiones : 13.97 x 0.81 x 21.59 cm