LAS
TROYANAS DE ATIENZA.
CUANDO
ATIENZA SE CONVIRTIÓ EN TROYA
Así
se rodó la película “Las Troyanas”, dirigida por Michael Cacoyannis, e interpretada por
Katharine Hepburn, Vanessa Redgrave, Irene Papas, Genivieve Bujold…
Una
gran superproducción cinematográfica que llenó de estrellas la provincia de
Guadalajara
En los últimos días del verano, y los primeros meses del otoño de 1970
se rodó en Atienza la película “Las
troyanas”, basada en la obra de Eurípides. Una coproducción internacional
que lanzaría al estrellato el nombre de la población, y la provincia de
Guadalajara.
Los preparativos, así como el rodaje, alteraron la vida del pueblo desde
mucho antes de comenzar la grabación efectiva. Al contrario de lo que hoy
sucede, entonces tuvieron que llevarse a cabo toda una serie de trabajos de
adaptación del terreno para lo que el director de la cinta y del guion, Michael
Cacoyannis pretendía; del mismo modo que la productora de la película se vio en
la necesidad de acometer diversas obras en los edificios y locales alquilados
para almacén u oficinas.
Por
espacio de casi un año, entre los previos y el desmontaje final, se trabajó en
los alrededores del castillo y en algunos edificios, a pesar de pasar
desapercibido para la inmensa mayoría de los atencinos que no supieron en
su mayor parte lo que estaba sucediendo
hasta que comenzó y concluyó el rodaje efectivo. Aquellas obras se achacaban a
las reformas que en el pueblo se estaban llevando a cabo como consecuencia de
haber sido declarada la villa años atrás “Monumento
Nacional”. La película estuvo prohibida en España por la censura durante
casi veinte años por lo que suponía de alegato contra la guerra o la
injusticia.
Los nombres de Katharine Hepburn,
Vanessa Redgrave; Geneviève Bujold, Irene Papas, Mikis Teodorakis, Brian
Blessed y tantos más, han quedado para la historia del cine; y la de Atienza.
A
través de las páginas siguientes el autor cuenta lo que sucedió aquellos días;
los entresijos de la película e incluso lo que, hasta ahora, no se había
conocido. Los nombres de las personas de la villa que se prestaron a colaborar.
Las mujeres “troyanas” atencinas que pasaron a la historia cinematográfica; los hombres que se
convirtieron en soldados aqueos… Y todo aquello que, hasta ahora, no se había
conocido. Y que no dejará de sorprender, ante todo, la actuación municipal, que
algo dejó suspendido en el aire…
Descubre todo lo que querías saber, a través de las páginas de
este libro que se convierten, por su
narración y estilo, en guion de
lo que bien podría ser la película de la película.
LAS TROYANAS DE ATIENZA
CUANDO ATIENZA SE CONVIRTIÓ EN TROYA
SUMARIO
El
autor se explica / 11
Atienza,
historias de cine y televisión / 17
¡Van
a rodar una película! / 31
Las
troyanas, en Madrid / 55
Katharine
Hepburn, una leona en otoño / 71
Atienza,
gentes de cine / 85
¡Silencio,
se rueda! / 103
La
gestación de la película / 123
El
escenario del rodaje / 137
Cincuenta
años no son nada /147
Lee aquí el comienzo:
Por aquellos días, cuando los del
cine comenzaron a llegar a Atienza para quedarse por unos meses, en los
últimos de la primavera e inicios del verano de 1970, Atienza estaba inmersa en
las labores agrícolas. Y es que Atienza era entonces un pueblo de agricultores.
Había, claro está, una mínima parte de la población que se dedicaba a otros
oficios, al funcionariado o al comercio principalmente, puesto que Atienza
continuaba siendo lo que podríamos llamar “capital
de la serranía”. A Atienza llegaban aún las novedades a través del
comercio, y a su comercio llegaban los serranos a comprar o vender. Por
aquellos días, a pesar de ello, la vida se centraba en los alrededores del
pueblo, en las eras, donde comenzaba a acumularse el cereal.
En la actualidad aquellas eras han desaparecido prácticamente del
horizonte de la villa, devoradas por la modernidad; por las grandes naves en las
que se almacena todo lo relativo a las labores agrícolas, desde el tractor con
el que se trabaja la tierra, al grano que como fruto, la tierra ofrece.
Entonces las eras, que daban acceso al pueblo, eran un hervidero de vida.
Aquellas noches de verano de la década de 1970, y anteriores, noches en
las que, a causa del rodaje de la película se alteró de alguna manera la vida
de la población, no eran de mucho trasnocheo para los hombres y mujeres del
campo. Había que madrugar al día siguiente, por lo que la gente se retiraba
pronto a dormir.
Tampoco había demasiados entretenimientos en los que gastar las horas,
salvo el clásico “tomar el fresco”,
antes y después de la cena a las puertas de la casa, cada cual en su barrio,
mientras los hombres reparaban los utillajes de los animales para el día
siguiente, o repasaban la maquinaria, si maquinaria se puede llamar a la hoz o
la guadaña, que emplearían al otro día en las labores del campo.
Los oficinistas o los comerciantes, pasaban la noche tertuliando en el
Casino. Al que no todo el pueblo podía acceder, puesto que para traspasar las
puertas de su elitista salón se tenía que pagar una cuota, y ser socio.
Haciéndolo, se podía incluso ver la televisión los sábados y domingos por la
tarde. Por la noche la televisión cerraba su emisión a eso de las once o las
doce con la despedida y cierre, quedándose el aparato en suspenso con la “carta de ajuste”, hasta la mañana
siguiente.
El Alcalde de la villa, don Julián Ortega Asenjo, solía ser, sino el
último, al menos de los últimos en abandonar el Casino. A don Julián le gustaba
pasar la noche entre cerveza y cerveza. No era hombre de muchas palabras. A
pesar de que tenía un aire de marqués sin marquesado al que le parece agradar
el parloteo.
EL
LIBRO:
- Tapa blanda: 186 páginas
- Editor: Independently published
- Idioma: Español
- ISBN-10: 1076415148
- ISBN-13: 978-1076415141
El
Autor:
Su autor, Tomás Gismera, y su obra, han sido reconocidos en numerosas ocasiones, destacando premios recibidos como el "Alvaro de Luna", de historia, de la provincia de Cuenca, ( en dos ocasiones); "Eugenio Hermoso" (de Badajoz); "Serrano del Año"
de la Asociación Serranía de Guadalajara", "Popular en Historia", del
Semanario Nueva Alcarria; "Melero Alcarreño", de la desaparecida Casa de
Guadalajara en Madrid; Alonso Quijano de Castilla la Mancha; Turismo
Medioambiental del Moncayo, de Zaragoza; Paradores Nacionales; Radio
Nacional de España; Primer Encuentro Nacional de Novela Histórica;
Recreación Literaria de Córdoba; Hispania de novela hisórica; Federación
Madrileña de Casas Regionales; etc.
En la
actualidad es colaborador ocasional de varios medios de prensa, radio y
televisión de Castilla-La Mancha y Castilla-León; siendo habitual su
firma, semanal, en el bisemanario de Guadalajara "Nueva Alcarria", edición papel, en donde lleva a cabo la sección "Guadalajara en la memoria"; así como en el digital "Henares al Día"; donde tiene a su cargo la sección "Gentes de Guadalajara"; habiendo sido colaborador de otros medios como "Cultura en Guada"; "Arriaca", Cuadernos de etnología de Guadalara, de donde ha sido vocal del Consejo de Redacción; etc. Siendo fundador, coordinador y director de la revista digital Atienza de los Juglares, de perioricidad mensual, fundada en 2009, y reconocida como una de las mejores, en este contexto, editadas en la provincia de Guadalajara, de repercusión nacional y carácter altruista.